Editorial

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“Lagartos”

Durante años, los medinenses y de forma especial sus representantes municipales se han quejado de la escasa actividad asociativa de la villa y de la poca implicación de la ciudadanía a la hora de organizar eventos que puedan resultar, además de interesantes por la convivencia que en sí mismos entrañan, beneficiosos para la economía de la localidad e incluso de disfrute y novedad para los medinenses.
Una de esas excepciones, en lo que a participación, trabajo asociativo constante  y desinterés económico por su trabajo ha sido siempre la concentración motorista “Lagartos”, que con altos y bajos ha sabido dotar a Medina del Campo de una concentración motera propia, que permite anualmente la llegada de motoristas de otras localidades españolas para pasar un fin de semana en la villa, a la par que dotan a ésta de una actividad más y no por ello menos importante, permitiendo al mismo tiempo corresponder a las convocatorias anuales que realizan otros municipios, y muy especialmente Tordesillas que supo “salvar los muebles moteros”, con el apoyo de su Ayuntamiento, tras la marcha de “Pingüinos”, con el evento “Motauros”, que comienza ya a convertirse en un referente nacional.
Pero este año, por la improvisación del Ayuntamiento, por no prevenir a la organización de “Lagartos”, en tiempo y forma, de las obras que se iban a acometer en el Polideportivo “Pablo Cáceres”, la concentración no podrá celebrarse.
La verdad es que Medina -entendiendo por tal la Administración Municipal- hace las cosas a “salto de mata” y así sale todo al final: tarde, mal y nunca.
Pero aquello que no sale adelante es, simple y llanamente, porque no se quiere, ya que buscar una alternativa para el desarrollo de la concentración “Lagartos” en otro lugar diferente a los aledaños del Polideportivo “Pablo Cáceres” no sería tan dificultoso. Ahí están las instalaciones de “Barrientos”, la parcela municipal en el Polígono del “Sepes” y las duchas de las nuevas piscinas, con independencia de que puedan instalarse  servicios químicosanitarios, de esos que se alquilan cuando se quieren sacar adelante otros eventos. Aunque la diferencia entre unos acontecimientos y otros es que, en la concentración “Lagartos”, el Ayuntamiento no es el protagonista, por lo que el gobierno municipal parece “pasar” del tema y olvida que la suspensión de la concentración sienta un precedente que obligará a los responsables de “Lagartos” a tener que reiniciar sus trabajos casi desde cero y que, quiérase o no, “desinfla” a cualquier asociación que quiera sacar adelante una iniciativa.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA