Solana.- La dimisión del edil Victorino Lozano Viña, que ocupó el octavo puesto en la candidatura con la que el Partido Popular concurrió a las Elecciones Municipales de 2007, en las que dicho partido obtuvo cinco actas de concejal, deja de nuevo entrever las disensiones internas de dicho partido a nivel local, a juzgar por el corrimiento de plazas que ha hecho que sea la segunda suplente de la lista electoral, Ana María Jubitero Oliveros, quien finalmente esté llamada a ocupar el puesto que deja vacante Lozano Viña.
Tras numerosas vicisitudes para configurar la candidatura con la que el PP concurrió a dichas elecciones, que obligó al actual presidente provincial del PP, Ramiro Ruiz Medrano, a intervenir de forma personal para que la lista saliera adelante con gente de vitola, incluyendo en la misma, en el quinto puesto, a Irene Sinova Tejedo, los problemas no tardarían en llegar.
Y es que dicha edil, natural de Renedo de Esgueva, cuya Alcaldía ocupó durante años Medrano, dimitió a los pocos días de la Constitución del Ayuntamiento, presumiblemente al encontrarse en la oposición.
Con la marcha de Sinova Tejedo se produjo la primera sangría de la candidatura del PP, al no aceptar hacerse cargo de la concejalía vacante ni Jesús Moro Botrán, el sexto de la lista, ni Jaime Lozoya Hernández, el séptimo, que ya protagonizó dimisiones en el pasado, tras haber encabezado la candidatura del PP en 1999 y 2003, con el argumento, entonces, del traslado de su residencia a Laguna de Duero. Con motivo de los últimos comicios, aseguró haber retornado a Nava del Rey, aunque no aceptó tampoco posesionarse de la concejalía vacante, parándose la segunda sangría del PP local en el ahora dimisionario y octavo de la candidatura Victorino Lozano.
Tras la dimisión de éste, al parecer por no querer problemas con el candidato a la Alcaldía y portavoz del PP, Germán Hernández Hernández, además de acusar problemas de salud, se ha vuelto a provocar una nueva “fuga” de candidatos a ocupar la vacante.
No aceptaron el cargo ni Sonia García Cuesta, ni Ana Isabel de la Cruz Ruiz, ni Guzmán Gómez Alonso, con los que se agotó la posibilidad de que alguno de los titulares de la candidatura se hiciese cargo de la concejalía vacante. Además, a ellos se sumó el primer suplente: Pedro Viñas López, parándose el corrimiento de lista en la segunda de los suplentes de la candidatura, que tomará posesión en el transcurso de un pleno ordinario, tan pronto como la Junta Electoral expida a su favor el correspondiente acta de concejal.
Todo apunta a que, con excepción de Jaime Lozoya, cuya negativa a ocupar una concejalía podría estar relacionada con su alejamiento de Nava, aún estando censado en la ciudad, las dimisiones encadenadas de la tercera sangría que se han producido estos días podrían deberse al posicionamiento del portavoz, Germán Hernández, en la denominada “línea dura” del PP, que ha dejado constancia de su forma de actuar con la edición en los últimos tiempos de diversos panfletos, que poco dicen en favor de quien los suscribe, llegando incluso a atribuirse méritos en el logro colectivo que ha supuesto para los navarreses sacar adelante la actuación de Patrimonio en el “Pro fundis” de la Iglesia de los Santos Juanes.
Así las cosas y, conocido el posicionamiento político de los ediles del PP en el Consistorio navarrés, algunos vecinos y votantes de dicho partido, incluso concejales en otras legislaturas, aseguraron a este semanario que dicho partido local parece estar “manipulado” por personas ajenas al mismo. Y es que las actuaciones públicas de Hernández Hernández, en temas relacionados con la Semana Santa -procesionamiento del Cristo del Perdón, que se atribuyó – y con la propia iglesia – divulgación de un documento oficial de Patrimonio relacionado con su visita a la Dirección General acompañado por el párroco-, hacen que el PP de Nava se haya recluido y encerrado, además de en sí mismo, en reboticas, sacristías y conventos desde los que, en Nava, se hace política.
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