Editorial

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Residencia o Centro Interpretativo
La inminente aprobación de los Presupuestos Municipales, prevista para la sesión Plenaria del Ayuntamiento del lunes, sacará adelante, en principio, la consignación necesaria para construir el Centro Interpretativo de la Semana Santa de Medina, que llevará el nombre de San Vicente Ferrer.
Sin embargo, hay un proyecto traído y llevado ya desde hace años, que disfruta de varios millones de euros consignados en los Presupuestos de la Junta de Castilla y León, cuyo desarrollo tendrá que esperar un año más, al no encontrar eco en los Presupuestos Municipales. Se trata de la Residencia Mancomunada de la Tercera Edad, que un buen día consiguió Medina del Campo, dentro del Plan financiado en años alternos por la Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial, en detrimento de las aspiraciones de otros municipios que habían solicitado la misma.
Es decir, el Ayuntamiento medinense actuó con los pueblos que pertenecen a la Mancomunidad “Tierras de Medina”, que  controla aunque no preside, como el perro del hortelano que “ni come coles ni las deja comer”. A ello se añade que, quiérase o no, el Grupo de Gobierno que preside Crescencio Martín Pascual actuó también como “madrastra” con el colectivo de la Tercera Edad que requería de los servicios de una Residencia Pública, al no construir la misma en tiempo y forma. Quizás algún día se construya; pero, aún así, el Ayuntamiento habrá privado de este servicio durante años a quienes más que nadie, por haber trabajado a lo largo de toda una vida, tenían tantos derechos como el que más: los Mayores.
Independientemente de tales asertos, la actitud de “todo quiero y nada hago” que ha adoptado el Ayuntamiento de Medina pone en tela de juicio la buena intención de otras instituciones – Junta y Diputación – que un día pretendieron dotar a los municipios, con carácter zonal, de este tipo de establecimientos geriátricos tan necesarios.
Habría que preguntar al grupo de Gobierno cuáles son las razones que han motivado su preferencia por un centro interpretativo, por muy interesante que pueda resultar el mismo, en detrimento de un servicio absolutamente necesario para una población como Medina, cuya pirámide de población lo pide a gritos, a juzgar por la “ratio” que un día decantó a favor de la zona y luego de Medina la construcción de dicha residencia, que después, por el libre albedrío y capricho de unos gobernantes, está en el aire.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA