EDITORIAL: Millones caídos del cielo

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Al objeto de reactivar la economía y de forma especial para dar un impulso al sector de la obra pública municipal, haciendo al mismo tiempo decrecer el número de parados, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se ha lanzado a desarrollar el ya con conocido como “Plan Estímulo”, que con una dotación de 8.000 millones de euros tiene como objetivo la contratación de 200.000 parados para ejecutar obras en todos los municipios del territorio Nacional.
Así las cosas, a la provincia de Valladolid le corresponden un total de 92.327.875 euros, de los cuales llegarán a la nuestra zona, incluida la Villa de Tordesillas, casi 12 millones de euros que permitirán acometer numerosas obras a los Ayuntamientos, con una contratación aproximada de entre 2.500 y 3.000 trabajadores en paro, lo que equivale a la práctica totalidad del número de parados en expectativa de empleo inscritos en el INEM.
Eso sí, el Gobierno, con el fin de que estos recursos lleguen al destino pretendido, sin trampa ni cartón, pone una serie de condiciones a los Ayuntamientos entre las que figuran que las obras a acometer no estén incluidas en sus Presupuestos de 2009, que las mismas sean de ejecución inmediata y sean contratadas además a través de empresas que cuantifiquen el número de trabajadores parados que van a  emplear en las mismas.
Ha llegado por tanto el gran momento de la “Gestión Municipal”, con mayúsculas, para hacer entrar en la normalidad administrativa a numerosos Ayuntamientos que, por dejadez de sus alcaldes y titulares de las Secretarías, corren el peligro de perder dichas ayudas, que beneficiando a los propios municipios que administran no son suyas, sino que tienen a los parados como destinatarios.
De momento y según la trayectoria municipal de la zona, son pocos los Ayuntamientos que tienen aprobados sus Presupuestos para el año 2009 y también son muy pocos los que tienen claro las obras que van a tener que incluir en sus peticiones al Gobierno.
En consecuencia arduo trabajo para los alcaldes y secretarios para hacer que todo esté a punto para ir con pie firme a la convocatoria del Gobierno, al objeto de que no se pierda, por una mala gestión, ni un solo euro para la zona. Y si algún partido político tuviese veleidad de dar directrices a sus alcaldes para que no colaboren con el Gobierno, las urnas le pasarán en su día la correspondiente receta.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA