La falta de luz y de calefacción obliga a la Colegiata a suspender sus celebraciones litúrgicas

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Teresa García.- No había ocurrido nunca, pero como dice el refrán siempre hay una primera vez para todo. Sin luz y sin calefacción. Así se encuentra la Iglesia Colegiata de San Antolín, motivo por el que desde el pasado lunes la parroquia se ha visto obligada a cerrar sus puertas y a suspender las celebraciones litúrgicas.
Por este motivo, en la actualidad se encuentra “a la espera de una nueva conexión de corriente eléctrica, que permita el funcionamiento de toda la iluminación del templo, y de la puesta en marcha de la nueva caldera, que ha sido instalada en la Capilla de las Angustias”, según reza en un comunicado emitido por el Arzobispado de Valladolid, y que desde principios de la presente semana cuelga de la puerta principal del templo.
En el citado comunicado, el Arzobispado apunta a que el retraso en la puesta en marcha de la instalación se remonta a más de dos años atrás y se debe a “causas ajenas a la parroquia”, y explica, además, que hasta que se subsanen ambas deficiencias en la iglesia de la Plaza Mayor -ausencia de iluminación y de calefacción-, las eucaristías tendrán lugar en la iglesia de San Miguel Arcángel, y se oficiarán de lunes a sábado a las 12.00 y a las 19.30 horas (a excepción de los jueves), y los domingos, a las 10.00, 11.30, 12.30 y 18.00 horas.
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