Editorial

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Alfredo Losada
Alfredo Losada, tras más de una década ejerciendo la representatividad de los ciudadanos a través de una Concejalía obtenida en nombre del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), dimitió como edil del Ayuntamiento de Medina del Campo. Las razones no han sido otras que las que emanan de la coherencia política de Losada, al haber sido sancionado por su partido con suspensión de militancia por un breve espacio de tiempo -por incomparecencia a algunas reuniones, que no hay que buscar otros motivos porque no los hay-, al objeto de no perjudicar al mismo. Y es que hubiera sido incongruente que, al no militar durante dos meses y un día en el partido del que siempre ha sido afiliado, Losada continuase como concejal durante dicho periodo de tiempo, dejando así incompleta la representación del PSOE en el Ayuntamiento; aunque permaneciendo, con  la fidelidad que le caracteriza, dentro de su partido y dispuesto a ayudar al mismo cuando se le requiera.
Pero al margen de cuestiones políticas, es necesario resaltar el buen talante que siempre ha caracterizado a Losada tanto en el Ayuntamiento -conocida es su amistad personal con concejales de otros partidos- como fuera de él. Sirva de ejemplo, de este último caso la excelente relación que siempre ha mantenido con todos los medios de comunicación, atendiendo a quien le requería a cualquier hora y, lo que es más importante, demostrando esa capacidad de saber encajar las críticas a su gestión o a sus manifestaciones cuando éstas se producían. Un paradigma que debieran emular algunos políticos que o no hablan o no saben cuando un medio de comunicación no les es, como hoy día se dice, afín. Y es que las afinidades, digan lo que digan, en el mundo de la noticia no existen. Eso sí, cuando alguien atiende, explica una y otra vez un tema con coherencia y hasta ofrece la noticia con delicadeza suele encontrar, y esto es norma de este semanario, eco suficiente para divulgarla.
Y es que no es lo mismo llegar revestido de prepotencia para decir al redactor de turno “caca esto”, como hacen algunos con muy malos resultados en cualquier medio, que vender la noticia que se trae, como ha hecho siempre Losada, preguntando “¿te interesa este tema?”.
Por todo ello, la redacción de “La Voz” agradece a Losada la colaboración recibida a lo largo de los años y le desea lo mejor del mundo en su nueva etapa, dejando constancia de que aquí, en esta casa, siempre tendrá las puertas abiertas para cuando se ofrezca la ocasión, en justa correspondencia a las muchas veces que atendió de forma atenta a quienes elaboran “La Voz”, convirtiéndose así, por qué no decirlo, en un amigo de la casa y de quienes la componen.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA