El asno medinense «Manolo» realizó un periplo turístico durante la «Ciclogénesis explosiva» y generó una factura de 25 euros, en concepto de alojamiento que su propietario se vio obligado a abonar

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Javier Solana.- Una de las noticias más anecdóticas del temporal de viento – ciclogénesis explosiva – que azotó a toda España el pasado fin de semana fue la aventura del burro medinense “Manolo”, propiedad de Juan José Estévez.
Como consecuencia del vendaval, parte de la valla de la finca “Traselhombre” -Cañada de   Extremadura- en la que mora “Manolo” desde hace años se vino abajo, lo que motivó que este genuino animal de la fauna española, optase por hacer turismo rural, alrededor de las cinco de la tarde del sábado, por su cuenta y riesgo, hasta que fue detectado y capturado por la Policía en la carretera de Nava del Rey, siendo alojado, de forma temporal y en precaria, en el solar vallado de las obras de un inmueble en construcción sito entre las calles Apóstol Santiago y Santa Teresa ya que se puede acceder a las mismas por ambas calles, disfrutando así “Manolo” de inmejorables vistas.
Alertado su propietario, el mismo se presentó en la morada temporal de “Manolo”, siendo enormemente efusivo el encuentro entre ambos, al mediodía del lunes, y anunciando que el asno sería recogido para retornar a su morada habitual a las tres de la tarde. Algo que no pudo ser, ya que, al parecer, dos ciudadanos marroquíes, vinculados a la Protectora de Animales “Scooby”, procedieron a trasladar a “Manolo” a las instalaciones de la misma, según le indicaron al propietario del asno algunos escolares gritaban a grandes voces: “Se han llevado a Manolo”. Y es que este asno es muy conocido y popular en Medina del Campo, donde precisamente no abunda este tipo de animales.
Personado Estévez en las instalaciones de “Scooby”, el personal afecto a dicha protectora exigió que se documentase la propiedad del cuadrúpedo, algo que su propietario pudo hacer sin dificultad, al haber denunciado la desaparición de “Manolo” el mismo día que ésta se produjo, al margen de la exhibición que realizó en la propia Protectora, introduciendo su mano en la boca asnal o pidiendo a “Manolo” que separase las patitas, órdenes que cumplió en todo momento este asno bien educado.
La sorpresa de Estévez, previa al viaje de vuelta de “Manolo” a su finca, tras el periplo de fin de semana, también fue grande. Y es que “Scooby” le exigió una cantidad de 25 euros, en concepto de alquiler del habitáculo o el espacio de que dispuso, al parecer alquilado por horas, ya que “Manolo” no pernoctó en las mismas ni, al parecer, le fue servido ningún menú herbívoro.
Estévez exigió la correspondiente factura del alojamiento de “Manolo”, que no fue expedida en formato legal ni con IVA incluido, al ser la misma un simple recibo ni rubricado ni sellado, y procedió a abonar la misma antes del regreso de “Manolo” a su casa, tras el periplo del fin de semana. Y es que, según aseguró Estévez, lo importante era que “Manolo” regresase cuanto antes a la finca, ante cuya vista, por ser tratado en la misma “a cuerpo de rey”, el asno pareció enloquecer de alegría.