Editorial

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¡Muera Montesquieu!

Que las democracias actuales, y entre ellas la española, tengan como norma intangible la separación de Poderes para preservar el Estado de Derecho, desde que el aristócrata francés Montesquieu postulase tales bases antes de Revolución Francesa, en su obra “El espíritu de las leyes”, es algo innegable.
Pero ahora, uno de los llamados partidos emergentes, Podemos, gobernado por “la gente”, en detrimento del sustantivo dignísimo de “ciudadanos”, y capitaneado por Pablo Iglesias, parece poner en cuestión tales principios, a juzgar por el documento remitido a los otros partidos políticos para intentar formar Gobierno, él sabrá con quién con tales postulados.
Tan pronto como se ha conocido el documento de Podemos, las rectificaciones, con diversas argucias de sus dirigentes, no se han hecho esperar; aunque tales enmiendas afectan más a las formas que al fondo, que bien podría sintetizarse éste en una sencilla soflama revolucionaria: “¡Muera Montesquieu, muera la División de Poderes, muera la Democracia no asamblearia!”
Y es que en el documento remitido por Podemos a los otros partidos, los de “la casta” incluidos, pretende “coordinar”, desde la Vicepresidencia a la que Iglesias aspira, “la labor de policías, fiscales, jueces y órganos fiscalizadores de la Administración”. Eso sí, tras la rectificación a las que se han aprestado los miembros de Podemos, el texto retocado tampoco tiene desperdicio ya que ahora figura la “la especialización y coordinación de aquellos agentes de la Administración implicados en su descubrimiento e investigación”, sin especificar nada más; aunque mantiene el párrafo final del primer texto en el que se arguye que la elección de tales cargos “deberá producirse por consenso, bajo la lógica de que los equipos de gobierno estarán necesariamente compuestos por personas capaces, con diferentes sensibilidades políticas, pero comprometidas con el programa del Gobierno del Cambio”. ¡Vamos que si no son de Podemos y no obedecen a los dictados de Pablo Iglesias, los miembros del Poder Judicial, así como los responsables del Banco de España y de los organismos reguladores, no serán aptos para el ejercicio de sus funciones.
En definitiva, tal documento ha hecho aflorar la verdadera cara de Podemos, por poliédrica que se presente, como calco exacto con atisbo de democracia participativa de los postulados del anarquista Bakunin, de cuyas ideas, líbrenos Dios.
La Voz de Medina y Comarca