Editorial

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Hostelería y comercio

Con motivo del desarrollo de la Feria Renacentista, los hosteleros y los comercios de Medina del Campo parecen haber encontrado un nuevo nicho de negocio, en función de las cuarenta mil personas, de fuera y de dentro, que se acercan estos días al centro comercial de la villa, que durante una semana entera recupera la afluencia de gentes y el esplendor que tuvo en sus mejores momentos de la historia.
Los hosteleros medinenses, que acaban de vivir unos días de escaparate promocional con motivo de las jornadas de tapas “Llamativos” y de sus gin tonics especiales, que han asombrado a todos en el concurso “Llamatonics”, nadie lo dude están preparados para deslumbrar a la masa de gente que se acerca a Medina y se apresta a comer en restaurantes y terrazas, con los menús y los platos tradicionales que elaboran en sus cocinas. Otro tanto puede decirse de los titulares de los bares de copas, que con sus combinados y sus establecimientos, con la misma categoría que puedan tener los de cualquier capital importante, están preparados para recibir a cualquier contingente humano que pueda presentarse en la villa.
La capacidad hostelera es la que es y seguro que en estos días, tan de moda para el turismo de interior, atraídos a Medina por la Feria Renacentista, tendrán un alto índice de ocupación.
A todos estos servicios locales se une, ni qué decir tiene en un municipio con la tradición de Medina, el comercio local, cuyos propietarios, y cada año son más, se lanzan a salir a las puertas de sus establecimientos con el fin de ofrecer a todos sus productos, a ciencia cierta distintos y superiores a aquellos que vienen de la mano de los vendedores ambulantes. Y si los comerciantes no salen al exterior con sus géneros porque es su voluntad, en el interior de sus establecimientos se encuentra una espléndida oferta, capaz de competir en calidad y precio con quien haga falta.
Las bases están sentadas desde hace años, que Media es una villa con tradición comercial y de servicios; y la afluencia de público también está garantizada, por lo que llega ahora el momento de desplegar la sabiduría de los comerciantes locales, adquirida durante generaciones, no sólo para atraer al visitante sino también para hacerle volver con motivo de la Feria o de cualquier otro evento de cuantos se organizan en la villa. Y así será, que en los tiempos difíciles que corren hay que agudizar el ingenio para “hacer el agosto”, y no se pueden perder las grandes ocasiones.
La Voz de Medina y Comarca