Redacción.- Como las voces se habían corrido, al haberse producido un hecho similar pocos días antes, una medinense, residente en la calle Estación Vieja, frustró el lunes el intento de robo del que iba a ser objeto, cuando se encontraba sentada, acompañada por una hermana, a la puerta de su casa.
Al caer la tarde, un vehículo avanzó lentamente por la calle Estación Vieja a la busca de una víctima adecuada: una mujer de cierta edad con cadena de oro en el cuello. Ya localizada la futura víctima, una mujer de gran corpulencia, con dentadura de oro y al parecer de Europa del Este, descendió del coche acercándose a A.C., a la que habló de forma amable, intentando incluso a darle la mano con el fin de distraer su atención antes de lanzarse sobre la cadena. Pero como unos días antes habían sucedido hechos similares a pocos metros, a la vuelta de la calle Estación Vieja, la medinense comenzó a gritar y a zafarse de ella. Una circunstancia que provocó que la europea del este, requerida de forma enérgica por uno de los tres varones que estaban en el vehículo, volviese al mismo para darse a la fuga a gran velocidad.