Editorial

0

El Parque “Villa de las Ferias”, cada vez menos de Gabarrón

Las obras ejecutadas en la última fase del Parque “Villa de las Ferias”, diseñado en su proyecto primigenio por el artista internacional Cristóbal Gabarrón, ponen en evidencia, una vez más, la falta de respeto del Ayuntamiento de Medina del Campo por los proyectos y, por qué no decirlo, por las propias personas.
Que dicho parque, que a la postre costará 1.600.000 euros, pudo ser polémico, en su día, por la prioridad de dicha obra e incluso por el diseño que para el mismo concibió el insigne artista internacional, está fuera de dudas.
Pero pasados aquellos momentos y una vez decidida la inversión, el derecho de los medinenses y del propio autor a tener un parque de diseño de una firma de renombre universal fue innegable; aunque la última decisión del Ayuntamiento, consistente en instalar en dicho parque elementos corrientes -bancos y papeleras, por citar dos ejemplos- hacen que el mismo y el estilo que le era inherente se haya desvirtuado, de forma tal que el engendro resultante podrá llamarse como quiera, pero nunca más disfrutará del certificado de Denominación de Origen con que un día, al menos en su primera fase, contó.
La decisión del Ayuntamiento de modificar sobre la marcha el diseño de este espacio urbano parece obedecer a criterios de economía – siempre es más barato el traje de la aprendiza que el de la modista-, pero eso podía haberse pensado, por parte de las mentes preclaras que gobiernan Medina, antes de realizar el encargo a don Cristóbal Gabarrón y haber ido a la construcción de un jardín de esos tan al uso que existen en muchos lugares o, simple y llanamente, haber ejecutado el que en su día dejó en el Ayuntamiento el PSOE antes de abandonar el poder. Por supuesto que el Grupo de Gobierno puede esgrimir que en épocas de crisis “hay que apretarse el cinturón”, pero olvida que siempre mantuvo que el parque no les costaría a los medinenses ni un solo céntimo, ya que se construía con recursos de la Junta, razonamiento que, por otra parte, no deja de ser de lo más simplista.
Pero así son las cosas de quien preside el gobierno local. Hoy se encarga un parque de diseño y se transforma el mismo en un simple jardín; ayer se convirtió un auditorio, cuyo proyecto fue reconocido internacionalmente, en poco más que una sala mal sonorizada e incómoda; y anteayer se erigió una estación de autobuses que, al final, quedó reducida a la cochera de una empresa privada de autocares.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA