Editorial

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Residencia Pública

Desde hace ya unos días pueden verse en varios establecimientos de Medina del Campo una serie de carteles que reivindica la construcción de una Residencia Pública de la Tercera Edad en la villa. Eso es tanto como decir que “Medina se mueve”, que los colectivos sociales se ponen en marcha y que la ciudadanía reivindica la construcción de la Residencia Pública de Medina.
El tema no es nuevo, ya que el mismo se remonta a hace un par de lustros cuando se concedió a Medina del Campo, en virtud de aquel convenio suscrito entre la Diputación y la Junta de Castilla y león,  una Residencia, en principio mancomunada.
Mientras salían adelante los establecimientos geriátricos de otros municipios, a tenor del convenio aludido, Medina vio cómo iba siendo postergada y ninguneada, retrasándose las obras de su residencia que se redujeron, en el último Ayuntamiento que presidió Crescencio Martín Pascual, a unas explanaciones del terreno, a las que siguió un Concurso de Acreedores de la empresa adjudicataria y la eliminación por parte de la Junta de Castilla y León de los créditos necesarios para sacar adelante el proyecto.
La posterior historia todo el mundo la sabe: el voto en contra del procurador Martín Pascual y del PP regional al intento de mantener abiertos los créditos de la Junta para la construcción del inmueble dotacional y una residencia que no termina de llegar.
Es por tanto llegado el momento de luchar por la construcción de la Residencia Pública de Medina e incluso de olvidar los reproches que podrían hacerse a quien estorbó la misma, sumándose ahora, todos a una, a la reivindicación del movimiento ciudadano que acaba de nacer para conseguir finalmente la Residencia a la que Medina tiene derecho y cuya construcción se ha cortado de raíz en los presupuestos de la Junta de Castilla y León.
Y es que, nadie lo dude, a Medina no le basta con unas cuantas camas concertadas en residencias privadas ni tampoco aspira a que re realicen inversiones millonarias para luego privatizarlas, como era la propuesta que planteaba la Administración Regional.
La ratio de población envejecida está ahí, los derechos de la villa son manifiestos y Medina, ya harta de espera, tendrá mucho que decir en este tema si actúa de forma unánime movilizada por colectivos sociales.
La Voz de Medina y Comarca