Densidad de población
Los datos que ha arrojado el Padrón actualizado a fecha 31 de diciembre de 2013 pueden parecer asoladores al haber perdido el Distrito Judicial de Medina del Campo 652 habitantes. Y de hecho lo es, ya que en 2011 sucedió una pérdida poblacional muy similar a la del pasado año.
Es curioso que las grandes pérdidas de almas se produzcan en la práctica totalidad de los municipios del distrito, sin que Medina, como capital comarcal y prestadora de servicios, consiga recoger a ésa población, incrementando su censo. Todo ésto lleva a la conclusión de que la comarca de despuebla y no en beneficio de la mayor localidad de la zona, que también perdió habitantes, sino a favor de otras regiones y países, ya que el problema de este distrito judicial es similar a los otros existentes en la comunidad de Castilla y León.
Es el mal endémico que azota desde hace años a esta comunidad, ya que la despoblación se ha enquistado en Castilla y León desde tiempo inmemorial.
Si a la pérdida poblacional se le suma el factor de dispersión de los municipios de la zona sur o de Castilla, que es igual, así como el escaso tamaño de éstos, tales circunstancias son, nadie lo dude, el factor diferencial de nuestra Comunidad Autónoma.
Ha llegado por tanto el momento, ahora que todas las Comunidades Autónomas exigen al Gobierno Central más recursos, enarbolando dudosas balanzas fiscales elaboradas al gusto de sus respectivos gobiernos, de que Castilla y León se plante de una vez por todas para exigir al Gobierno Central que los factores de escasez poblacional en los municipios y su dispersión en una amplia extensión geográfica, sean tenidos en cuenta a la hora de confeccionar el nuevo sistema de transferencias de recursos económicos para nuestra Comunidad.
Y es que no es lo mismo tener un médico para atender a quinientos vecinos en un municipio, que tener a otro facultativo para atender a trescientos en seis núcleos de población diferentes. Y si de medicina se habla, por qué no hablar de la educación o de cualquier otro servicio emanado del Derecho Constitucional.
Es el momento de parar la sangría poblacional porque quizás, dentro de unos años, si no se pone coto al asunto, sea ya demasiado tarde para esta tierra castellano-leonesa que un día fue el orgullo de España.
La Voz de Medina y Comarca