Semana Santa, mucho que ver

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Hoy, Viernes Santo, la Semana Santa llega a su cenit, con motivo de las grandes procesiones que inundarán de arte las calles. Y no sólo las vías urbanas de Medina del Campo, quizás la localidad más conocida al disfrutar su Semana Santa de la declaración de Interés Turístico Nacional, sino la de otros muchos municipios de la zona que ofrecen también una Pasión de Cristo que son dignas de ser admiradas.
Naturalmente, que el Renacimiento es la época clave de la imaginería de toda la zona, especialmente de Medina, sin desdeñar otros movimientos escultóricos más tardíos o anteriores que se enseñorean estos días, a través de las imágenes, por plazas y calles.
Como los grandes pueblos nunca rivalizan sino que se complementan, baste decir que una de las Semanas Santas de más prestigio en la zona, aunque no disfrute del reconocimiento con que cuenta Medina, es Nava del Rey. Esta ciudad ofrece además de unas espléndidas imágenes procesionales, en muchos casos surgidas de la gubia de los mismos autores que los pasos de Medina -el Nazareno, es un ejemplo-, un acontecimiento único: el Descendimiento de Cristo, que por sí solo merecería la declaración de Interés Turístico Regional. Dicho Descendimiento, reminiscencia de la Orden Tercera Franciscana, consiste en lo que en otros lugares se llama un “Desenclavo” previo a la introducción de la imagen articulada en el sepulcro monumental en el que procesiona.
Por su parte, Alaejos que también ofrece a quien quiere conocerlos, unos pasos procesionales de gran valor histórico, resaltando entre los ritos propios de la Semana Santa la tradición de repartir el vino con que se ha lavado la imagen del “Cristo de la Salud” para que sirva de bálsamo eficaz en la curación de enfermos.
Tordesillas, que dispone también de una imaginería de primer orden, presenta una Semana Santa que, por la belleza de sus calles recoletas, resulta inenarrable.
Fresno el Viejo, que ya celebró ayer su Via Crucis en vivo, procesiona también “a la carrera” más de una imagen de Gregorio Fernández.
Y finalmente Olmedo, que aún tiene pendiente la restauración de numerosos pasos procesionales, tiene también mucho que ver y especialmente si los ojos se fijan en el Yacente o en el Ecce Homo, que en la Ciudad el Caballero llaman “Cristo de la Caña”.
Y Ventosa de la Cuesta también merece, por su Monumento recuperado, una visita.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA