“Ni tanto, ni tan calvo”
Miles y miles de veces, los españoles, y por supuesto los medinenses, han oído la expresión “ni tanto, ni tan calvo” para referirse a alguien o algo que, como ahora se dice, “se ha pasado”, llamando además, como reverso de la moneda de tal expresión, a la ecuanimidad y al término justo, en el que se dice que se encuentra la virtud.
Pues bien, éste es el caso ya que en época de crisis, y más que nunca por imperiosa necesidad, no se puede aspirar a construir en Medina del Campo una estación de Alta Velocidad de miles de metros cuadrados, al estilo del vacío aeropuerto de Castellón. Y es que los tiempos aquellos en los que la mentira si instaló en el Ministerio de Fomento y en el entonces Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF) ya pasaron a la historia, al igual que el ministro del ramo, don Francisco Alvarez Cascos, hoy refugiado en Foro Asturias; y el presidente del GIF, don Benigno Blanco, político agazapado actualmente en el Foro de la Familia que, siendo finos, tuvo el “santo tupé” de presentarse en Medina para mostrar a todos la futura estación Alta Velocidad, naturalmente acompañado por Crescencio Martín Pascual. Tal estación nunca existió y del proyecto que se exhibió, mejor no hablar.
Ahora, con doña Ana Pastor en Fomento, sin duda alguna la ministro más seria y más proclive a decir la verdad del Gabinete Rajoy, las cosas han cambiado; aunque las promesas que sobre la nueva estación realiza no pueden ser satisfactorias. Y es que la expresión “edificio que satisfaga necesidades”, para hablar de la futura estación de Medina no puede complacer a nadie, ya que en la misma caben todas las posibilidades: desde un habitáculo con dos sillas para la espera hasta una estación de verdad, sin sobredimensionar.
Naturalmente que la señora Pastor tendrá ya “in mente”, en base a estudios técnicos, la estación que Medina necesita, pero no estaría de más que fuera un poco más explícita o, si se prefiere, menos “gallega”, entendiendo por tal acepción no el dignísimo gentilicio del que la ministra hace gala por sus orígenes, sino el peor y más oscuro aspecto de opacidad zorruna que detrás de tal calificativo se esconde a veces.
Hoy por hoy, la palabra de la señora Pastor es sinónimo de solvencia y confianza. Esperemos que, en el caso de la estación de Alta Velocidad de Medina, siga siendo así.
La Voz de Medina y Comarca