Medina, una sentencia
Parece algo inusual y, desde luego, escandaloso que Medina del Campo se haya convertido en estos días, en lo que afecta a aspectos noticiables, en una verdadera sentencia judicial en la que los cruces de acusaciones vuelven a producirse sobre temas ya dictaminados por los tribunales.Está claro que no hacemos alusión a determinadas resoluciones que ponen en su sitio a quienes un buen día se salieron fuera de la ley para delinquir.
En estos primeros apartados serían reseñables la sentencia favorable a una mujer que fue agredida en la calle Cerradilla, que se ha saldado al parecer con la condena a un menor. Caso similar acontece con la condena de varios menores por abusos sexuales inferidos a una discapacitada psíquica.
Y entre los mismos, puede citarse también la resolución de la Audiencia Provincial que da la razón a una pareja de medinenses afectados por la compra de una vivienda de la inmobiliaria “Dracker”, condenando al pago de una sustanciosa cantidad a un notario que ejerció su profesión en la Villa de las Ferias, por no haber tenido demasiado cuidado a la hora fedatar una escritura pública, que sacramentó una doble compraventa de una única vivienda.
Todos estos casos forman parte de la vida misma y, nos guste o no, sólo afectan a los particulares que se vieron implicados en los casos; aunque de ellos se desprenda que Medina del Campo carece de determinados servicios de control y vigilancia.
Cosa bien diferente es el carpetazo definitivo que la Audiencia Provincial ha dado al ya conocido asunto de la pérdida de expedientes sancionadores de los bares, que ha absuelto de una vez por todas al que fuera primer teniente de alcalde, Fidel Lambas Cid.
Con ello, queda lavada la imagen del que en otras épocas era conocido como el “súperedil”, aunque parece que quien planteó la querella contra él no se da por satisfecho y pretende ahora la apertura de un procedimiento administrativo. El mismo denunciante ha sufrido otro revés, de nuevo en la Audiencia Provincial, en este caso anulando ésta el fallo que un juzgado de Medina dictó contra un compañero suyo de cuerpo policial y sindicato.
Los juzgados están para los primeros casos, para esclarecer la verdad y dar la razón a quien la tiene, pero no parece de recibo que los mismos se entretengan en recursos que no van a ninguna parte, en detrimento de los casos que son verdaderamente importantes y que afectan a la integridad física, material y al propio honor.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA