Baratillos
La aprobación de una estricta regulación de los mercadillos dominicales de Medina del Campo, popularmente denominados “Baratillos”, es sin duda alguna un avance en lo que respecta a su normal funcionamiento, equiparándose así los mismos con comercio tradicional, que tantas veces se ha opuesto a los mismos al entender, con razón, que suponían una competencia desleal.
Con tal animo el Ayuntamiento de Medina del Campo, más exactamente el Grupo de Gobierno (PSOE-PCAL-CI) e Izquierda Unida, sacaron adelante en el último Pleno del Ayuntamiento la nueva normativa reguladora de los “Baratillos”, con el voto en contra de los concejales del Parido Popular, lo que no dejó de sorprender a los asistentes a la sesión pública y a quienes han conocido su desarrollo a través de los diversos medios de comunicación. Y es que se puede estar a favor o en contra del contenido y articulado de una Ordenanza Reguladora; pero no parece de recibo oponerse a la existencia de una reglamentación general que va en beneficio de las arcas municipales y en defensa de la igualdad de la libre competencia, garantizando además, cuando de alimentos se trata, la higiene y la salubridad en su manipulación.
Que se exija poseer a los “Baratillos” el documento de alta en el epígrafe correspondiente al Impuesto de Actividades Económicas, parece normal; que se pida a los titulares de los puestos, y a sus empleados, estar dados de alta en la Seguridad Social, es lógico; que se posea la autorización municipal para vender en el lugar indicado y mensurado, es de recibo; que se impida trabajar a menores de edad, es precepto internacional; que se requiera el cané sanitario para venta de productos de alimentación, es fundamental para la salud; y que se exhiba ante el público, en lugar visible, un documento municipal que acredite todo lo anterior para facilitar el control riguroso y hasta las reclamaciones, es de buena Administración.
Pero parece ser que a algunos tal regulación no les parece oportuna, al entender que en época de crisis debe darse a los comerciantes de los “Baratillos” más facilidades que a los demás para potenciar la economía, lo que no deja de ser un grave pecado político similar a la oposición que en sus inicios mostraron los mismos contra el Plan de Empleo Local.
Pero en fin y a fin de cuentas, algunos entienden que la oposición debe realizarse oponiéndose a todo y serán sus votantes quienes, un día, deberán decirlos si lo que hicieron fue correcto.
La Voz de Medina y Comarca