Diferencias en C. y L.
Algo sucede en España cuando en una región concreta, Castilla y León, se llega a acuerdos entre todos los partidos políticos, mientras, a nivel estatal, el país parece una grillera.
Desde hace meses, los españoles ven atónitos cómo cualquier tipo de acuerdo entre, al menos, los grandes partidos es no ya difícil sino imposible. Las razones quizás estén en quien, desde la sombra de Europa o desde alguna penumbra española, controla al Partido Popular, que ha terminado por ensimismarse de manera casi autista haciendo oídos sordos a cuanto acontece en el país.
Ejemplo claro y evidente de lo dicho anteriormente en la nueva Ley de Educación, la llamada “Ley Wert”, que a nadie satisface, a juzgar por las movilizaciones que se llevan produciendo desde hace meses y que han hecho que el Gobierno de España, lo reconozca o no, haya buscado una argucia para no incluir la misma en el último Consejo de Ministros. Otro caso ilustrativo es la futura Ley de Interrupción del Embarazo, que auspicia el ministro Gallardón, y que, al igual que la “Ley Wert”, pretende controlar al gusto de una política neoliberal las conciencias de todos los españoles, olvidando que hay cosas en la vida que son, simplemente, opciones personales de cada ciudadano y, como tales, cada español debe abordarlas desde su conciencia, teniendo que limitarse los gobiernos a dotar al conjunto de la ciudadanía de un marco legal para que, cada cual, obre en conciencia, sin imposiciones y con seguridad jurídica.
Frente a todo esto que sucede en España, en la que cada vez que se produce un cambio de Gobierno se intenta articular una legislación en la que no todos los españoles tienen cabida, se erige una una ínsula en pleno centro de la Península Ibérica, en la que los acuerdos y los pactos no sólo son posibles sino que son una verdadera realidad. Así ha quedado demostrado en los pasados días, a través de la unanimidad del voto, en las Cortes de Castilla y León, en los acuerdos alcanzados en cuatro temas fundamentales: Universidad, Política Agraria Común (PAC), Desahucios y Discapacidad.
Quizás esto venga a demostrar que cuando hay alguien, en este caso el presidente Herrera, con experiencia en los temas de gobernación, con carácter tolerante, que da la cara y sabe decir sí o no, cuando hay que hacerlo; pero manteniendo siempre el diálogo con la oposición, las cosas van mucho mejor para los ciudadanos y, por qué no, para el propio partido político al que representa.
La Voz de Medina y Comarca