Solana.- Doce de los 42 municipios del distrito judicial de Medina del Campo están abocados a desparecer a corto plazo por su escaso número de vecinos, por el envejecimiento de sus pirámides de población y por la ausencia total de ciudadanos en tramos de edades que hacen posible su crecimiento vegetativo. Como casos más destacados figuran las localidades de Aguasal que, con 49 habitantes, carece de todo tipo de relevo generacional, al no existir ningún ciudadano de menos de 29 años de edad; y Ramiro, que con 46 personas censadas en el Padrón de 2012, ninguna de ellas es menor de 19 años.
En circunstancias similares se encuentra Fuente Olmedo que, con 144 vecinos, sólo dos de ellos tienen menos de cuatro años y acusa una carencia absoluta de ciudadanos de entre 10 y 19 y de 25 a 29 años. En Moraleja de las Panaderas, con 42 ciudadanos, ninguno de ellos es menor de 19 años y a partir de ahí, hasta los cuarenta años, existe una dicotomía en los tramos de edades que se decantan por uno u otro sexo, lo que hace que los matrimonios tradicionales sean imposibles dentro del propio municipio. La localidad de Puras, de 54 vecinos, tiene una notoria escasez de ciudadanos menores de 34 años e inexistencia de jóvenes de 5 a 9 y de 20 a 24 años.
Problema serio también en Almenara de Adaja, que con sólo 29 vecinos, carece de niños menores de 10 años. En este triste listado de municipios llamados a desaparecer, por cuestiones poblacionales, figuran también Bocigas, que, con 99 habitantes, sólo cuenta con dos niños menores de 9 años y carece de adolescentes de entre 10 y 19 años de edad; y Brahojos de Medina que, con 138 habitantes, sólo tiene dos niñas de entre 5 y 9 años y ningún niño menor de cuatro años, a lo que se suma una pirámide de población muy envejecida.
Por su parte, Cervillego de la Cruz, con 100 habitantes, no cuenta con niños de 5 a 9 años y tiene serias carencias de bebés y adolescentes; al igual que Llano de Olmedo, que, con 74 vecinos, carece también de niños y cuenta sólo con cuatro adolescentes, dos chicos y dos chicas, menores de 20 años.
Muriel de Zapardiel, con 169 habitantes, apenas tiene menores de 9 años, siendo éstos sólo 3, y una carencia absoluta de ciudadanos de entre 10 y 14 años, volviendo las semilagunas en los siguientes tramos de población hasta los 25 años.
Finalmente, San Vicente del Palacio con 193 vecinos, sólo cuenta con un niño menor de cuatro años, ninguno de 5 a 9 años y carencias poblacionales en los tramos de menos de 29 años.
Rubí y San Pablo se resisten
También con dificultades poblacionales, pero de orden diferente, figuran San Pablo de la Moraleja, con 136 habitantes; y Rubí de Bracamonte, con 279.
Más información en «La Voz de Medina y Comarca» del 20 de abril