Javier Solana.- Ayuntamiento, asociaciones, movimientos culturales y ciudadanos han desarrollado a lo largo del último mes un incesante trabajo al objeto de rendir hoy domingo, a las 20.00 horas, en el Centro de Artes Escénicas de San Pedro, un merecido homenaje a Julián Ortega León, recientemente fallecido.
Tras la presentación del acto, los organizadores, todos ellos pertenecientes a la sociedad civil, han previsto proyectar un DVD sobre determinados momentos de la vida de Ortega, especialmente relacionados con la Banda de Música y el fútbol, a los que este olmedano dedicó durante años sus ratos libres y algunos que no lo eran.
Posteriormente, los componentes de la charanga de la que formó parte durante años, “La Jarana”, entregará a su viuda, Justina Pineda Sanz, que estará arropada por los familiares de Ortega, una placa conmemorativa.
Otro tanto tiene previsto hacer la comunidad deportiva de Olmedo, en el transcurso del acto, al que está prevista la asistencia de los “Hermanos Cargadores” del paso de “El Prendimiento” de Zamora.
Posteriormente, y tras la lectura de unos textos por parte de dos componentes de la Banda Municipal de Música, comenzará el homenaje que ésta tributa a Julián Ortega.
Dentro del repertorio que interpretará dicha agrupación musical olmedana, dirigida por Emilio González Lorenzo, esta previsto el estreno de un pasodoble que, compuesto por Alvaro Gómez, llevará por título el nombre de “Julián Ortega”.
Concluido el concierto, se hará entrega a la viuda y familiares de Julián de la partitura del pasodoble, estando previstas también unas palabras del alcalde, Alfonso Centeno Trigos, quien en nombre de Olmedo y de los olmedanos glosará la figura de Julián Ortega, sin duda alguna evocando recuerdos de este polifacético olmedano, conocido por todos por la labor desinteresada que realizó en pro de la localidad a través de la música, los deportes y los movimientos asociativos, sin olvidar que fue uno de los promotores y fundadores de la peña “Los Sioux”, conocida gracias a Julián más allá de la propia localidad.
Y es que por su profesión, Julián Ortega León era conocido más allá de los meros límites locales, cuando de día y de noche, de forma infatigable y siempre complaciente y humano, agarraba el volante de su taxi para transportar a quien fuese menester a otras localidades, teniendo siempre como ejes de amenísima conversación los temas deportivos, musicales, su querida peña festiva y, por supuesto, Olmedo y el cambio que había experimentado a lo largo de los últimos años.