El imperio de la LeyNada tiene de sorprendente el informe que ha emitido la interventora de Medina del Campo con motivo del reconocimiento extrajudicial de facturas por obras realizadas por encargo del Gobierno Municipal del Partido Popular y que no estaban consignadas en los Presupuestos Locales.
Lo que sí es llamativo es que la nueva titular de Intervención haya tenido que visitar personalmente diversas dependencias municipales, calles y plazas para ver si las obras estaban o no ejecutadas. Una labor que, a todas luces y sin entrar dentro de sus obligaciones, hace suponer que alguien va a poner coto los desmanes, dejadez y orgía administrativa que está viviendo Medina en los últimos años. Y no va a ser precisamente un político sino una funcionaria que simple y llanamente cumple con su obligación y se cubre las espaldas advirtiendo que los contratos verbales serán válidos entre particulares y en cualquier otro sitio, pero nunca en la Administración donde son nulos de pleno derecho.
Lo que también parece llamativo es que el alcalde de Medina y algunos de los concejales del Ayuntamiento, con experiencia más que sobrada en la Administración, no sepan aún hasta dónde puede llegar un gobernante o sabiéndolo trasgreden la legalidad para una presumible mayor gloria de su mundo circundante, de su ego y de su autoritarismo sin límites.
De todas formas, de cumplirse las advertencias del Grupo Municipal Socialista, encaminadas a judicializar la cuestión, sería el arbitrio del Poder Judicial quien debería dirimir el por qué de tal proceder y las razones últimas que motivan determinados comportamientos, poniendo además fin a los mismos.
Eso sí, como en el pecado va incluida siempre la penitencia, también ha llamado la atención la postura del portavoz del Partido Popular y edil de Urbanismo, Javier Rodríguez, quien aseguraba en el último Pleno del Ayuntamiento que estas vicisitudes no volverán a repetirse. Algo que también, a lo largo de los muchos años que lleva en el Ayuntamiento, ha prometido el representante de la UMPe sin que se hayan visto los resultados.
No es la primera vez que se entona el mea culpa y se confiesan públicamente los pecados políticos sin que al final nadie cumpla la penitencia; aunque en esta ocasión todo apunta a que la Intervención Municipal de Fondos ha dicho ¡Basta ya!, para hacer que ésta empiece a cumplirse.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA