Inseguridad
De un tiempo a esta parte, la inseguridad de todo tipo ocupa diariamente las cabeceras de los informativos en toda España y, por qué no decirlo, en nuestra propia zona.
Todo apunta a que los “trabajos” individuales de otras épocas han sido sustituidos por otros de carácter colectivo, en los que las mafias, con una fuerte presencia en las mismas de ciudadanos centroeuropeos, se han adueñado de la situación en detrimento de otros colectivos nacionales que, por el ruido que provocan los primeros, parecen haber caído en el olvido.
Uno de los robos más frecuentes en la actualidad es el que fija su vista y su acción en el cobre, llegando para ello a realizar verdaderas tropelías que cuestan miles de euros para hacerse con unos metros del preciado metal que siempre requiere, como cualquier otro robo, la presencia de un receptador o comprador del mismo.
Ejemplo de lo anteriormente dicho son las numerosas denuncias que se realizan en el medio rural y de las que, incluso, se han hecho eco los sindicatos agrarios, llegando a convocar manifestaciones para expresar el malestar generalizado.
Rara es la localidad de la zona sur de la provincia y de nuestra comarca que en los últimos meses no haya experimentado algún robo de estas características. A ellos se suman otros mucho más violentos consistentes en la introducción de los ladrones en los domicilios particulares cuando sus propietarios se encuentran en los mismos, con lo que el peligro es patente y la situación, sin lugar a dudas, violentísima y con resultados que se conocen.
Tampoco son de desdeñar los cada vez más abundantes robos urbanos, que de una forma u otra se perpetran en la villa cuando llegan determinadas épocas del año, para extraer de los establecimientos artículos que en muchos casos ya están “colocados” de antemano.
Si a todo ello se añaden hechos puntuales de conocidos delincuentes, que entran y salen de las comisarías y de las prisiones porque no se les pueden probar muchos de los hechos o porque los mismos son constitutivos de simples faltas, además de las “peleas” que escandalizan a una ciudadanía y que siempre tienen como protagonistas a los mismos autores, de fuera y de dentro, la labor de la policía va a tener que ser inmensa en los meses que se avecinan, habida cuenta de que la crisis económica hará que ciudadanos, en algunos casos sin tener antecedentes judiciales, se “echen al monte” por necesidad.
Y, si tal y como vienen las cosas, los Cuerpos de Seguridad del Estado no incrementan el número de sus componentes por razones económicas, la compleja situación está servida.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA