Editorial

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Debates
Sí que existe una diferencia sustancial entre el candidato a la Presidencia del Gobierno del Partido Popular, don Mariano Rajoy Brey, y José María Aznar, ya que el actual candidato se ha prestado por segunda vez consecutiva a debatir ante su oponente y representante de la otra fuerza política de alternancia, don Alfredo Pérez Rubalcaba, candidato socialista a presidir el Gabinete.
Con esta comparecencia pública y este debate ante millones de personas, la democracia ha ganado en calidad, al menos en lo que a información de programas se refiere, y sienta las bases de lo que, en el futuro, serán las campañas electorales.
Al margen de lo que cada uno de los dos protagonistas, Pérez Rubalcaba-Rajoy, Rajoy-Pérez Rubalcaba, hicieron en televisión, y dejando de lado las anécdotas del número de vocablos que utilizaron, de las veces que leyó uno u otro, o incluso de las ocasiones en que pestañearon, que de todo ha habido en los medios de comunicación, ha quedado constancia, haya ganado quien haya ganado el debate, de dos formas diferentes de salir de la crisis, ya que la misma y el empleo son las mayores preocupaciones de los españoles.
Si el PSOE y Rubalcaba plantean salir adelante todos juntos y manteniendo el denominado Estado del Bienestar; Rajoy y el PP aseguran prácticamente lo mismo, aunque sus programas no sean tan claros a la hora de explicitar sus intenciones.
Es innegable que el PSOE lleva en su programa el mantenimiento del Estado del Bienestar, pese lo que pese aunque con las limitaciones propias de una crisis. Algo que no parece incluir en su programa el PP, que ya avanza una reforma laboral en la línea más dura que ha planteado la Patronal, en detrimento, quizás, de derechos adquiridos por los trabajadores durante años.
Eso sí, tres pilares fundamentales en ambos programas: la Sanidad, la Educación y las Pensiones.
La primera de ellas, la Sanidad Pública y universal no parece ser idéntica en el caso del PSOE y en el del PP, ya que si aquél opta por los establecimientos sanitarios públicos, éste se decanta, allí donde gobierna, por los centros privados aunque sean gratuitos para el usuario, sin copago ni repago.
Algo diferente parece la Educación ya que si gratuita ha de ser para todos, no debe primar más que a los centros públicos, a diferencia de lo que acontece en Madrid donde se recortan los recursos de éstos y se desgrava a los centros privados y concertados.
Y en cuanto a las Pensiones, está claro que este año quedaron congeladas las más altas, por imperativo europeo, pero en 2012, las mismas subirán para cumplir a Ley. Esas son las diferencias entre unos y otros y, sobre gustos nada hay escrito.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA