Editorial
Vuelven los altos datos de incidencia con la nueva ola de coronavirus. Se trata de la quinta ola que ya han bautizado algunos como “ola joven”.
Se trata de una denominación que funciona como un señalamiento directo hacia esta parte de la población, que es quien acumula el mayor número de contagios en las últimas semanas.
Algo que resulta del todo lógico, pues es evidente que la gente más mayor ya ha recibido su dosis correspondiente de vacunación contra la COVID19, por lo que nos encontramos en la actualidad con un 43,3% de la población española con la pauta completa, lo que equivale a más de 20,5 millones de personas. Además, según los datos que aporta el Ministerio de Sanidad, el 57,5% de los ciudadanos españoles cuenta con al menos una dosis de vacuna contra la COVID19, más de 27 millones de personas.
Son muchas las líneas escritas en las últimas semanas que han realizado una crítica feroz a la juventud española, a la que tachan de irresponsable y de incumplir de manera constante la normativa para la protección contra la COVID19. Es cierto que se han observado múltiples casos en los que se ha incumplido la normativa, pero también es cierto que antes lo han hecho personas más mayores que ahora se encuentran protegidas. Ejemplo de ello son las cuatro olas anteriores que hemos tenido que soportar, con muchos casos de brotes asociados a celebraciones familiares y eventos de toda índole.
A más de esas críticas, se escuchan también discursos que abogan por la vacunación de esta población más joven, para lo que tendrían que saltarse los tramos intermedios. Esto es algo que no tiene sentido, ya que es conocido cómo la COVID19 ataca con más agresividad a personas más mayores. Además, premiar algunos desmanes con una dosis de pfizer, moderna o janssen no parece una solución adecuada.
La población joven ha soportado uno de los peores años de los últimos decenios. Han tenido que quedarse en casa encerrados en una edad en la que la necesidad de socializar, salir con amigos y, en definitiva, hacer alguna que otra tontería, ha sido la tónica común para las generaciones anteriores, y seguramente lo será para las posteriores. Sin embargo, recordamos que esta enfermedad sigue trayendo muchas consecuencias negativas para la salud, muchas hospitalizaciones y, por desgracia, muchas muertes. Por ello, pedimos a toda la población una vez más cuidarse y pasar de largo sobre esta quinta ola para recuperar lo antes posible nuestra antigua normalidad.
La Voz de Medina y Comarca