El alma mater de las fiestas
A lo largo de los años ha quedado siempre demostrado que las peñas son el alma mater de las fiestas.
El Ayuntamiento de Medina del Campo, como cualquier otro, puede organizar un espléndido programa festivo, pero el mismo no sería suficiente ni bastante para animar “el cotarro” si no fuera por la existencia de las peñas.
Y es que éstas son la expresión de la alegría, de las ganas de fiesta y de la diversión sin límites en las calles y en sus correspondientes sedes. Sin ellas las fiestas serían inconcebibles.
Este año, y ya también en los precedentes, ha sido una peña la encargada de iniciar las fiestas patronales de San Antolín izando la bandera en lo alto de la Colegiata y, en consecuencia, dando el pistoletazo de salida a las celebraciones en ese acto multitudinario que congrega a miles de medinenses en la Plaza Mayor, muchas veces con lágrimas en los ojos y otras con la piel de gallina, aunque siempre como expresiones del júbilo que llega, que estalla y que eclosiona tan pronto como se ve la bandera nacional en el lugar más alto de la Colegial.
Pero una peña o dos, o treinta o cuarenta, no tendrían la importancia que en la actualidad tienen si las mismas no se agrupasen en colectivos más amplios para coordinar algunos actos participativos y participar en la elaboración del programa de fiestas, para que el mismo pueda satisfacer las demandas de todos. Y es que la opinión de los jóvenes, que son quienes configurar la mayoría de las peñas, es imprescindible para estos menesteres; pero para que ésa expresión esté debidamente canalizada hace falta una coordinación, que es la que desde hace años ha realizado la Coordinadora de Peñas San Antolín, COPELÍN, a la que ahora se suma la asociación Interpeñas.
Bienvenidas sean ambas y bienvenidas sean sus ideas, sus proyectos y su forma de trabajar, ya que éstas no dejan al albur de la clase política, muchas veces desenfocada en cuanto a los gustos de los ciudadanos, la confección del guión festivo que habrá de divertir a propios y extraños durante esos ocho días mágicos que son las Ferias y Fiestas de San Antolín de Medina del Campo.
Seguro que las peñas y sus coordinadoras arrimarán este año el hombro para hacer que los encierros de la villa, que se desarrollarán por primera vez con el título de Interés Turístico Nacional, salgan a la perfección y dejen un agradable sabor de boca cuando todo haya concluido, cuando las luces se extingan, cuando la traca final y la pirotecnia pongan el broche de oro a las celebraciones de este año, en la noche del ocho de septiembre.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA