Solana.- Los espectadores que concurrieron el sábado a la séptima representación a concurso de la Muestra Nacional de Teatro Aficionado Ciudad de La Seca, acariciaron el Olimpo, que es tanto como tocar el cielo, con la puesta en escena de la obra “Anfitrión 2.11” que representó el grupo “Kumen”, de la localidad asturiana de Langreo.
Un estupendo montaje en el patio de butacas, que obligó a reducir el aforo; una magnífica adaptación, en la que se intercaló vocabulario actual; y una excelente dirección por parte de José Ramón López, hicieron que la obra “Anfitrión”, de Plauto, llegase plagada de frescura a todo el público.
A ello no fue ajena la interpretación de los actores, que en la inmensa mayoría de los casos “se salieron” al interpretar los papeles que les tocaron en suerte: Júpiter, José Manuel González; Juno, Laura Sánchez; Mercurio, Cos Cueva; Bromia, Paula Moya; Almena, Guiomar Fernández; Sosia, Jairo Buelga; Anfitrión, Damián Vega; y Blefarón, Silvia Sierra.
La trama de la obra es sencilla: la suplantación de personajes reales por parte de los dioses del Olimpo, que ocupan sus papeles durante un efímero espacio de tiempo, tanto de día como de noche, lo que implica, entre otras cosas, yacer junto a los humanos amados.
Excelente José Manuel González; magnífico Cos Cueva que dio vida a un Mercurio gay; al igual que podrían aplicarse todo tipo de calificativos positivos al conjunto del elenco que encandiló al público durante casi dos horas, obligando a la compañía a salir varias ocasiones a escena para saludar mientras los aplausos se prodigaron durante varios minutos.
En su conjunto, la obra permitió apreciar una forma diferente de hacer teatro, que “Kumen” realizó en este caso con una adaptación de José Ramón López Menéndez, y que tiene acreditada una trayectoria ya dilatada desde hace varios años.
Tampoco fueron ajenos al éxito de la representación el espacio escénico, diseñado por José Ramón López; el mobiliario y la utillería, de Silvia Sierra; la realización, de Nuria Trabanco; el diseño del vestuario, de Azucena Rico y Silvia Sierra, así como la realización del mismo por parte de Azucena Rico; a los que se sumó un excelente diseño de iluminación y sonido, de Angel Iris, ejecutados por los estudios Digital Vídeo; además de un maquillaje que para sí quisieran compañías profesionales y que corrió a cargo de los propios componentes de la compañía asturiana.