La Seca: Estupenda representación de «Esopo» por «Talión» en la Muestra de Teatro

0

Solana.– Estupenda representación de la obra “Esopo”, adaptación del texto de Guilherme Figueiredo, “La zorra de las uvas”, la que ofreció en la noche del sábado el elenco Teatre del Talión, de la localidad de Lérida. Dignos de mención son, por los roles que desempeñaron, Jorge Culleré, que dio vida a Esopo, y María José Moya, que encarnó el papel de Cleia, secundados por Xavier Cuspinera (“Xantos”); Maite Gil (“Melita”); y Toño Rived (“Agnostos”), bajo una buena dirección que corrió a cargo de Jorge Mostacero y que se caracterizó por el equilibrio compensado de espacios, además de por una buena forma de entrar y salir de la escena.
La obra “Esopo” narra las vicisitudes del fabulista griego, aunque introducido en la contemporaneidad, y que llega a la escena en calidad de esclavo, como regalo del Sha a Xantos, desencadenándose a partir de ahí una serie de escenas que tienen en todo momento como telón de fondo las fábulas del ilustre autor griego.
Aunque las fábulas siempre tienen como personajes centrales a diversos animales, la narración de las mismas es perfectamente aplicable a los humanos tal y como él concibiera y, de forma especial, en el montaje que llegó de la mano de Teatre del Talión a la quinta representación a concurso de la Muestra Nacional de Teatro Aficionado “Ciudad de La Seca”.
Esopo asesora a Xantos, un político al uso; desencadena las pasiones de Cleia, interpretada por María José Moya quien, en un alarde de saber hacer, obvió e hizo imperceptibles determinadas limitaciones físicas; y levantó, en cierta medida, el amor de todos los personajes por los mensajes morales y éticos que ofreció a través de su palabra.
Es curioso que, basada toda la obra en las fábulas de Esopo, en determinados momentos el personaje de Xantos pretendiese jugar con el escritor con sus mismas armas, dándose el caso de que la fábula de “La zorra y el cuervo” se utilizó como argumento para intentar convencer al escritor de que soltase alguna receta política para su dueño, sin que éste sucumbiese ante la adulación que llevó al cuervo a soltar el queso de su pico en un engaño ya proverbial.
Interesantísima la escena en la que Esopo sirvió lengua como plato único de una cena, presentada de diversas formas. Y es que la lengua, al tiempo que es lo más noble del ser humano porque es capaz de expresar sus mejores sentimientos, también es lo peor cuando de ella surgen las adulaciones y las maledicencias.
En general, la obra resultó del agrado del público asistente el sábado a la Sala Municipal de Teatro “La Cilla”, a juzgar por los aplausos que prodigó a los actores al terminar la representación y que resultaron cuantiosos, haciendo salir a saludar al elenco en varios ocasiones.