Redacción.- Ha sido tradición durante la democracia entregar a los concejales del Ayuntamiento una insignia que, si en la primera legislatura fue de plata, en la segunda ya fue de oro.
Aún así, en algunas legislaturas los alcaldes de turno optaron por entregar dicho pin sólo a los nuevos concejales y, normalmente, al inicio de la legislatura, al objeto de que tuviesen un signo acreditativo externo de su pertenencia al Ayuntamiento.
En los últimos años, tal norma se rompió y se ha entregado la insignia con el escudo de Medina del Campo y sus trece roeles a todos los concejales de las sucesivas corporaciones, dándose el caso de que algunos de los ediles atesoran varios trofeos de oro con cargo al erario municipal.
Este año todo parecía que iba a ser diferente, pero no. En los días que precedieron a su relevo en la Alcaldía, el ya ex alcalde de Medina del Campo, Crescencio Martín Pascual, entregó a los concejales del anterior Ayuntamiento sus correspondientes insignias de oro.
La sorpresa de algunos no se hizo esperar y es que el escudo de Medina, a juzgar por los pins estregados, ha visto reducido sus trece roeles a sólo diez. Una circunstancia y alteración de la historia de la villa que sólo podría ser imputable a un pretendido ahorro, en función de la crisis; o a un error en la fabricación de los mismos, lo que no parece de recibo ya que éstos se funden desde hace años con un mismo molde.
Al no haber sido detectado dicho error por nadie, algunos concejales, una vez recibido el distintivo, se personaron en el Ayuntamiento para pedir explicaciones, encontrando por respuesta la postura de Martín Pascual quien, al parecer, les aseguró que el error se subsanaría.
Sin embargo, aún no ha podido saberse si los gastos que ocasionará el trueque de pins correrá a cargo de quien los elaboró o del propio erario municipal. De todas formas, en época de crisis, el Ayuntamiento y quien ordenó la elaboración de las insignias podrían haber sido más austeros y destinar los fondos gastados en los distintivos acometidos en asuntos más necesarios.
Incluso algún concejal, presumiblemente desenfocado en su visión, por exceso de política, llegó a asegurar que el error había sido voluntario, para inducir a la confusión del número de roeles con el de ediles que ha tenido el Partido Popular en la pasada legislatura.