Editorial

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Camino de espinas

A partir de hoy y a tenor de los pactos suscritos entre el PSOE y PCAL-CI, con el apoyo del voto de IU en la investidura de la candidata, la socialista Teresa López Martín se convertirá en la primera mujer que regirá los destinos de Medina del Campo, a título de Alcaldesa.
Pero tal título, en esta ocasión, no implica presidir un gobierno fácil sino algo muy distinto, muy complejo, basado siempre en el consenso, en el acuerdo y en la capacidad negociadora. En consecuencia, será, en cierta medida, un camino de espinas que López, y los partidos políticos que harán factible su acceso a la primera magistratura local tendrán que sortear día a día para conseguir su objetivo final, que no es otro que un Ayuntamiento morigerado al servicio de los ciudadanos de Medina del Campo.
Dicho camino de espinas será también la cruz que deberá soportar Jesús Ramón Rodríguez Galván, que, inspirado intelectualmente en los principios de la derecha, se ha unido a una fuerza de izquierdas, PSOE, al entender que las ideologías, en la gestión municipal, deben declinar sus principios y entenderse en la vida cotidiana para servir a los ciudadanos, convirtiendo sus anhelos y necesidades en soluciones rápidas que sean capaces de satisfacer a la mayoría de ellos.
Camino de espinas habrá de ser también el que deba recorrer Izquierda Unida que, en aras de ventilar con aire fresco el Consistorio para convertirlo en la “Casa de todos”, deberá en muchas ocasiones, sin llegar a renunciar a sus principios, ceder en algunos momentos en sus pretensiones a cambio de otras que puedan ser asumidas por los concejales del futuro Grupo de Gobierno.
Sin duda alguna el camino no será fácil para nadie, aunque el mismo se anuncia ilusionante, prometedor y, sobre todo, novedoso en cuanto a propuestas e impoluto en cuanto a gestión, ya que PSOE, PCAL-CI e IU se fiscalizarán de forma mutua y “se marcarán”, garantizando así el destierro de los caciquismos propios de otras épocas  que, en los últimos tiempos, se habían apoderado del Ayuntamiento de Medina.
Pendiente esta aún de demostrar, dígase lo que se diga, si los concejales del Partido Popular estarán a la altura de las circunstancias para ejercer la oposición con franqueza, viniendo de frente, tal y como debe hacerse en detrimento de la política de “palitos en las ruedas” puestos en los pasillos de algunas instituciones de las denominadas “superiores”.
El reto para unos y para otros está ahí; los medinenses ya están expectantes y deseosos de que, por cumplir lo prometido y gobernar para todos, el segundo problema de España, la desconfianza en la clase política, se difumine y se vaya al traste.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA