EDITORIAL

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A la búsqueda del voto
Con mayor o menor arte, gracia y salero, los candidatos a concejales y a alcaldes, desarrollan estos días una frenética actividad para buscar el voto de aquellos ciudadanos que aún no han decidido por qué formación política emitirán su sufragio. Es la búsqueda del voto que, en muchos casos, da los resultados apetecidos.
No dejan de llamar la atención, cuando son muchas las candidaturas que concurren a los comicios, los procedimientos que utilizan los candidatos para conseguir convencer a sus conciudadanos de que ellos y sus programas son los mejores.
Además de los tradicionales mítines, entre los que han brillado esta semana el del PSOE, al contar con una oradora de lujo, como es el caso de la ministra Leire Pajín, que permitió también descubrir a una Teresa López con tono adecuado y convincente, y el que protagonizó el candidato a la Junta del PP, Juan Vicente Herrera, se han producido numerosas actividades que han ido desde la visita a los barrios que han protagonizado algunos partidos hasta las fiestas que ha ofrecido Izquierda Unida.
En el caso de Medina, algunos candidatos de formaciones políticas sin representación municipal, han optado incluso por no hacer campaña e intentar convencer, según dicen, a los electores con el ya tradicional “boca a boca”.
Sin embargo, con muy escasas y raras excepciones, los candidatos optan ya, además de por los medios telemáticos contemporáneos de las redes sociales, a las entrevistas televisivas y radiofónicas y los debates, que siempre permiten contrastar programas y amenizar las campañas electorales en detrimento de los clásicos mítines a los que sólo concurren los ya convencidos dispuestos primero a aplaudir y después a votar a quienes los protagonizan.
Pero volviendo a las entrevistas y debates, a pesar de ser los medios más eficaces para llegar al ciudadano, algunos dirigentes políticos se resisten a concurrir a los mismos. Es de suponer que tal proceder obedece a que nada tienen que decir, a que sus propuestas ya huelen a alcanfor por lo añejas, o que simple y llanamente prefieren encapsularse en la cumbre en la que se encuentran para no evidenciar que son seres como los demás, que a veces se equivocan.
Esta forma de actuar, como los silencios reiterados a lo largo de los meses en los medios de comunicación, ponen de manifiesto, por parte de algunos candidatos, el más absoluto desprecio hacia la ciudadanía que pretende, no conocer sus programas que ya son sabidos, sino acercarse a un personaje público para conocerle un poco mejor, y éste les niega tal derecho por mor de su egolatría.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA