Redacción.- Que no es cometido del alcalde pasar lista de quienes asisten o no a las Juntas de Gobierno Local es más que evidente; que las actas de las mismas se aprueban de forma mecánica siempre por unanimidad, menos cuando no lo son, es incontestable en Medina del Campo y en muchos otros municipios de gobierno casi monocolor; no recordar el número de personas que asisten a éstas, parece ser obviedad cuado todo se fía a la memoria; que el secretario asiste siempre a tales sesiones y que toma nota de quién va y quién no, es una “Verdad de Perogrullo”, pues de lo contrario no celebrarían ni habría acuerdos posibles; haberse enterado por la prensa o cualquier otro medio de algo que ha acontecido, una presunta irregularidad en la redacción de un acta, es más que usual cuando no se quiere hablar de un tema; que fulano cobra por asistir a tales sesiones o zutano, no, ni qué decir tiene cuando existen dedicaciones en un Ayuntamiento; y no recordar si se ha firmado o no la notificación de un acuerdo a los interesados para que puedan reclamar si procede, parece también normal, aunque todos deban firmarse para que tengan validez legal, como consecuencia de su preceptiva promulgación. Estas son, en el mejor y en el peor de los casos, las “Verdades del Barquero”.
Pues bien, tales asertos podrían haber sido el eje de la declaración del alcalde de Medina del Campo, Crescencio Martín Pascual, en la toma de declaración de la que fue objeto el miércoles 9 de marzo, por parte del Juzgado número 1 de Medina del Campo, como consecuencia del ya conocido como “Caso del Acta”, por un presunto delito de “falsedad documental”, tras la lectura, ni qué decir tiene, del artículo 118 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, ya que, caso contrario, los juzgados andarían como el Ayuntamiento de Medina del Campo
Ahora bien, de ahí, de esa amnesia generalizada que parece que evidenció el regidor Martín Pascual al haber podido asegurar que desconocía las competencias del Secretario General del Ayuntamiento, o a haber intentado entrar en el tema de fondo del acuerdo – cuando el mismo en esta causa penal no figura por ninguna parte – e incluso haber podido añadir que a la Comisión de Gobierno van muchos concejales del PP aunque no son miembros de la misma -cuando existe jurisprudencia sobre si tales sesiones deben ser “no públicas o secretas”-, va un abismo o una estrategia de defensa bien estudiada.
Más netas, al parecer, fueron las declaraciones de los otros dos presuntos imputados, los concejales Silvia Pérez García y Diego Cebrián Ferrero.
Más información en “La Voz de Medina y Comarca”
Inicio Medina del Campo Medina del Campo: La amnesia, protagonista de las declaraciones del alcalde ante...