Paro
Los datos de paro que se han recogido en el mes de enero, sitúan a Medina del Campo en la peor situación de desempleo de toda su historia. Y es que un total de 2.455 desempleados es un dato a tener en cuenta para las políticas que deben desarrollarse en la villa.
Pero no todo termina ahí, ya que el paro en el conjunto comarcal, incluida la villa, también subió en el mes de enero y se situó en 4.059 desempleados. Este dato no deja también de ser preocupante, ya que, aunque los desempleados figuren en los municipios de la comarca, no hay que olvidar que la inmensa mayoría de ellos desarrolla su labor cotidiana, cuando hay empleo y con excepción del denominado sector agrario, en la capital comarcal.
El mal comportamiento de todos los sectores a la hora de despedir a sus trabajadores, en un contexto de crisis agravado por el fin de las campañas navideñas, ha sido más que manifiesto en el sector Servicios que, a diferencia de otros, bien puede ser dinamizado desde la propia administración.
No hay que olvidar que es el Ayuntamiento el que, para el sector de la construcción, otorga las licencias de edificación y cuando las mismas se paralizan, no hay nada que hacer. A ello debe añadirse la gravedad de que el Ayuntamiento de Medina del Campo “disfruta” de una reputación más allá de las meras fronteras locales que hace que un buen número de empresarios, de todos los sectores, incluido el industrial, ante el nombre de la ilustre villa reculen y se piensen hasta tres veces qué van a hacer en un municipio en el que no se facilita absolutamente nada, merced a un Ayuntamiento que por poner trabas, inventa lo indecible para exigir más papeles que cualquier otra administración.
En lo que afecta a Servicios, dado el anuncio de la llegada de la exposición “Passio” de “Las Edades del Hombre”, Medina teóricamente debería generar un buen número de puestos de trabajo en la hostelería, en el comercio y en muchos más establecimientos; pero hasta el momento, por muy loables que sean las iniciativas privadas, falta alguien que capitanee la operación de este barco, llamado Medina, que navega en el oleaje de una crisis grave sin rumbo alguno y sin timonel que encauce el mismo.
Como la situación es más que preocupante, parece llegado el momento, aunque se inicie ahora una campaña política de elecciones, que todas las fuerzas electorales sean eso, fuerzas y no electoreras, para aunar esfuerzos, trabajar al unísono y conseguir, si no erradicar al menos mitigar, el drama de las 2.455 familias que tienen a alguno de sus miembros en paro, en lo que afecta a la villa, y en algún ciudadano más de los pueblos de la comarca, ya que Medina es el motor de la zona sur.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA