Últimamente a los gobiernos que hemos tenido y tenemos nos les cuadran las cuentas y parece ser que estamos viviendo por encima de nuestras posibilidades, a unos por que les ha llegado unas crisis económicas que no han sabido prever, a otros porque han tenido que pagar las deudas que han generado esas crisis y otros (los más) por incompetencia de modo y manera que siempre hemos tenido dificultades, hemos sido y somos los más en casi todo, los que más paro hemos tenido y tenemos, los que más casos de corrupción de Europa y también los que más deudas tenemos, en fin un verdadero desastre y el caso es que los españoles somos gente sufrida, austera y trabajadora, entonces cabe preguntarse ¿Por qué hemos estado y estamos en esta situación? la respuesta la tenemos que buscar en la incompetencia de nuestros dirigentes y en nosotros que los votamos.
Ante las desastrosas dificultades económicas que estamos pasando y por la tardanza en recibir los fondos económicos que Europa nos ha prometido el gobierno ha puesto sus ojos en el superávit económico que algunos ayuntamientos acumulan gracias a las limitaciones en los gastos que impuso la Ley Montoro, cuyos presupuestos siguen prorrogados y vigentes todavía y les ha ofrecido el oro y el moro (más el moro que el oro) para poder disponer de ellos y a pesar de un principio de acuerdo con la Federación de Municipios y Provincias, una mayoría de los alcaldes han puesto el grito en el cielo y han protestado enérgicamente (incluso los de su mismo partido) lo que ha dado lugar a que el gobierno perdiera la votación en el Parlamento. Lo ofrecido por el gobierno parece ser que no ha convencido a casi nadie, incluso ni a los parlamentarios que en su día le apoyaron, lo que puede hacer pensar que no favorece mucho las expectativas de los ayuntamientos que son los que más cerca están de los ciudadanos y los que mejor conocen sus necesidades. En vista de lo sucedido la titular de Ministerio de Hacienda ha dado marcha atrás y permite gastar hasta tres mil millones con condiciones de los catorce mil que tenían ahorrados En estas circunstancias más que nunca es necesario que impere el sentido común y se imponga la objetividad, dejando de lado las ambiciones personales, siendo solidarios y pensando en el bien común, un poco en contra de los que egoístamente opinan que la solidaridad bien entendida empieza por uno mismo.
Corren rumores sobre algunas de las medidas que piensa tomar el gobierno, como una subida indiscriminada de impuestos, congelar el sueldo de los funcionarios y quitarles alguna paga, (algo totalmente injusto, porque muchos de esos funcionarios son los que han estado y están dando la cara en esta pandemia sin cobrar dietas como algunos políticos han hecho sin generarlas) también se esta rumoreando que piensa tocar las pensiones, mire Sr. Sánchez estamos de acuerdo en que tenemos que tomar medidas excepcionales, pero por una puñetera vez empiecen ustedes dando ejemplo, bájense los sueldos, quiten los cargos innecesarios que han creado a dedo, quiten y reagrupen ministerios, disminuyan el número de parlamentarios autonómicos y nacionales y si tienen que tocar las pensiones empiecen por las vitalicias que cobran muchos políticos sin haber cotizado el tiempo que ustedes exigen a los demás, la mayoría de los pensionistas españoles con las paupérrimas pensiones que cobramos, estamos acostumbrados a pasar necesidades fíjense hasta el punto de compartirlas ayudando a nuestros hijos en paro, me viene a la memoria una estrofa del himno que cantábamos en mi servicio militar por los año sesenta en el Grupo de Regulares de Tetuán Nº 1, en Ceuta “A sufrir y padecer, nadie nos podrá igualar porque sabemos morir es imposible seguir …” esto es lo que han hecho muchos de nuestros jubilados solos y abandonados en las residencias, trabajaron duro pasando hambre y necesidades de todo tipo durante la posguerra y en muchos casos con la carencia de derechos y libertades y lograron levantar este país, les hemos dado casi todo hecho y ahora ¿quieren volver a las andadas? muchos de ustedes además de empeñarse en destruirlo ¿Qué han aportado?
Balbino Nieto Martín.