Redacción.- La iglesia de Santa María del Rio de Castroverde de Campos, en Zamora, acoge hoy una jornada de puertas abiertas en la que se explicará al público asistente el proceso de restauración del retablo mayor, y a la que ha asistido el director general de Patrimonio Cultural, Gumersindo Bueno, acompañado por el párroco del templo y el alcalde de la localidad.
El tratamiento de conservación y restauración llevado a cabo en el retablo ha devuelto a la obra su estabilidad estructural y su apariencia estética, desprovista de elementos que enmascaran las calidades de la obra y la belleza original del retablo de esta iglesia, declarada BIC el 24 de marzo de 1994.
El retablo, de estilo rococó, se divide constructiva y estructuralmente en dos retablos independientes: uno central y uno exterior que envuelve al anterior, construidos ambos al modo clásico de cuerpos y calles. El conjunto escultórico de las tres tallas del Calvario del ático son elementos reaprovechados de un antiguo retablo gótico. La pieza más destacada del conjunto es el sagrario, documentado en 1572 y proveniente del taller del escultor romanista leonés Bautista Vázquez.
Respecto a su estado de conservación, el retablo se veía afectado por problemas estructurales y de estabilidad, consecuencia del sistema utilizado en su construcción, agravado por el debilitamiento de soporte causado por un antiguo ataque de xilófagos. Además, presentaba grietas, fisuras, alabeos, mutilaciones y pérdida de elementos. Los estratos pictóricos también ofrecían falta de cohesión, lagunas y suciedad superficial. Igualmente, se localizaban repintes, desgastes y roces. En el ático del retablo existen unas pinturas murales que también presentaban pérdida de cohesión en el estrato pictórico.
Dentro del apartado de conservación preventiva se ha instalado un nuevo sistema de iluminación, la colocación de un filtro UV en la ventana del ábside, un detector de humos y un detector de presencia.
Difusión de la restauración
Un capítulo especialmente significativo ha sido la mejora de la documentación del bien, realizada a través de un exhaustivo estudio histórico-artístico, así como desde el punto de vista gráfico, con una fotogrametría y una vista de 360º de la capilla mayor una vez restaurado el retablo, así como un reportaje fotográfico para permitir futuros estudios.
También para contribuir a la difusión de los trabajos realizados se han realizado paneles explicativos donde se reflejan los principales procesos de restauración.