Redacción.-
El Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración de la Villa de Madrigal de las Altas Torres, en Ávila, Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico, delimitando un área de protección, atendiendo a la realidad actual del conjunto.
La declaración de la villa de Madrigal de las Altas Torres, (Ávila) Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico, da resolución definitiva al expediente incoado en 1963 por la entonces Dirección General de Bellas Artes, delimitando un área o zona de protección, atendiendo a la realidad actual del conjunto, con un estudio previo y documentado de la zona a declarar BIC. En todo caso, la protección jurídica como Bien de Interés Cultural venía teniendo ya plenos efectos, desde el momento en que fue incoado.
Asimismo, se delimita la zona afectada por la declaración, ya que la delimitación del conjunto responde a la necesaria protección y conservación de este conjunto urbano y de su recinto murado. En este sentido, en la delimitación del conjunto se ha tenido en cuenta la disposición de la muralla y los terrenos extramuros para proteger las singulares visuales de los restos de la muralla y de los accesos a través de sus cuatro puertas, además de incorporar las parcelas afectadas por el ámbito de protección definido para el Convento de San Agustín Extramuros.
El conjunto de Madrigal, conocido a partir del siglo XVII como Madrigal de las Altas Torres, se encuentra situado en una llanura de la llamada tierra de Arévalo, al sur del río Duero entre sus afluentes Trabancos y Zapardiel y constituye una de las villas mudéjares más relevantes de la provincia de Ávila. La que fuera antigua villa de Arévalo, cobró importancia con Alfonso VII el Emperador, que le otorga el título de ciudad imperial. Destaca el importante vínculo de la villa con importantes hechos y personajes históricos, como la casa de Trastámara, en especial con Juan II. En esta villa nacieron personajes tan ilustres como Vasco de Quiroga (1470-1565), primer obispo de Michoacán (Méjico), donde se le conocía por su protección a los indígenas. Otro de los personajes destacados es Gaspar de Quiroga, Inquisidor General en 1573, quien reformó el Convento Agustino de Extramuros y liberó a fray Luis de León de su prisión.
El modelo urbano de Madrigal
Se genera durante la época de la repoblación en la zona al sur del rio Duero, entre los siglos X-XI, consolidándose durante los siglos XIV y XVI. En el siglo X ya existía en el lugar un pequeño núcleo habitado. Como consecuencia de la repoblación del siglo XI se produce un renacimiento urbano. Este primer asentamiento se produce en torno a la Iglesia de Santa María de Castillo, así denominada por aprovechar posiblemente el emplazamiento de los restos de la antigua fortaleza de la primera muralla de Madrigal, cuyos límites aún se perciben en la trama actual. En tiempos de Sancho III (1157-1158), se erige el segundo recinto y la actual muralla, que se comenzó a levantar en tiempos de Alfonso VIII (1158-1214), y fue construida durante todo el siglo XIII.
El conjunto de la muralla forma un perímetro ovalado irregular y alargado de oeste a este, con tramos rectos y curvilíneos. Cuatro puertas, que reciben el nombre de los caminos que llegaban a ellas, permiten el acceso al exterior. En el lado Norte se abre la Puerta de Medina; en el lado Este, la Puerta de Arévalo; en el lado Sur, se abría la desaparecida Puerta de Peñaranda, y en el lado Oeste se abrió la Puerta de Cantalapiedra.
Madrigal conserva un importante y rico patrimonio. Además del recinto murado, declarado Bien de Interés Cultural el 3 de junio de 1931, el conjunto de Madrigal de las Altas Torres comprende otros bienes de relevante interés, declarados asimismo de interés cultural: la Casa Natal de Isabel la Católica, la iglesia de Santa María del Castillo, el Hospital de la Purísima Concepción y la iglesia de San Nicolás.
Junto a estos monumentos, el conjunto comprende otro tipo de construcciones que conservan los valores tradicionales de la arquitectura popular y casas señoriales, como el Palacio Soto de Vergara, del que se conserva la fachada protorrenacentista. Destacan otras edificaciones como la casa de la antigua Inquisición, el palacio de los Pocostales o Palacio de los Fernández de la Mela, la antigua sinagoga o Palacio de la Judería, también conocida como Ermita de Nuestra Señora o escuela y cárcel municipal, la Casa consistorial, el Palacio de los Vasco de Quiroga, la Casa de los Enríquez, así como un conjunto de casas porticadas, el mercado municipal, o las antiguas escuelas.
Asimismo, el conjunto conserva varias cruces de término, y un conjunto de fuentes entre las que destaca la Fuente de los Caños, del siglo XVIII, de estilo barroco, e innumerables ejemplos de portones de acceso a los corrales. Los pósitos o alhóndigas, destinadas a almacenar el grano o la bodega de los frailes, elementos de alto valor etnológico, contribuyen a configurar un conjunto de gran interés.