J. Solana.- Que el charco Lavaculos ha ido perdiendo agua durante años era algo evidente; pero que había nacido a su lado un nuevo río Zapardiel era ignorado hasta ahora por la inmensa mayoría de los medinenses.
Tal ha sido el trabajo realizado por los dieciocho alumnos del Taller de Empleo, complementados por un director y dos monitores, que han llevado a cabo, tras un periodo de formación de seis meses y otros seis de labores, con maquinaria pesada incluida, los trabajos de acondicionamiento de la Cañada de Extremadura, en la que se enclava el nacimiento de un nuevo carril bici que, con inicio en el charco Lavaculos, se prolonga hasta el horizonte, en su nuevo desagüe.
Por tal motivo, el Ayuntamiento que preside Crescencio Martín Pascual, en cierta medida bordeando la legalidad que no permite tener un Taller de Empleo con el mismo fin durante un período de dos años, ha solicitado uno nuevo para “arreglar o desarreglar” las labores hechas, según fuentes de Urbanismo.
Dicho taller ha estado compuesto por personas en peligro de exclusión social. Es decir, mujeres de cierta edad, parados de larga duración y, según Urbanismo, la correspondiente cuota de discapacitados. Por tal motivo, y según las mismas fuentes, “no podía esperarse un resultado óptimo de las obras, que se han vigilado con todo el cariño del mundo”. Y no es para menos, ya que el nacimiento de un nuevo río no es cuestión baladí.