Paula de la Fuente-. La carrera de la directora Belén Funes está marcada por un fuerte vínculo con el cortometraje. “La hija de un ladrón” le hizo alzarse con el Goya a la Mejor Dirección, aunque sigue apostando por el hecho de que el corto es el padre, y no el hermano pequeño, de los largometrajes. Esta misma edición de la SECIME también ha recibido el Roel a la Directora del Siglo XXI, un homenaje que le ha hecho especial ilusión.
¿Cómo comenzó su acercamiento al cine?
Acabé en el cine porque el resto de cosas que podían llegarme a interesar no me parecían tan apetecibles. Llegué a él sin saber muy bien lo que era, y comencé a aprender en la Escuela de Cine. Al entrar sabía que quería tener un trabajo relacionado con el ámbito audiovisual. Tuve la sensación de que el cine reunía muchas de las cosas que me gustaban, y esa fue la razón principal por la que comencé a estudiar.
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