La chapuza por norma
No es la primera vez que se habla de forma negativa del Albergue Juvenil de Medina del Campo, no por el proyecto en sí con el que puede estarse o no de acuerdo, sino por la utilización que se ha hecho del mismo.
Al principio, fueron los scouts quienes con motivo de la Concentración Nacional que tuvieron en Medina del Campo en 2009, ya utilizaron el inmueble dotacional, con el beneplácito del Ayuntamiento, sin haberse concluido ni recepcionado las obras. Y es que este tipo de chapuzas ya son inherentes a todo cuanto toca con sus manos el actual equipo de Gobierno del Partido Popular que preside Crescencio Martín Pascual.
No hay una sin dos, y la segunda llega de forma sorpresiva de la mano de las reservas para el próximo año en dicho Albergue Juvenil ya que, aunque la adjudicación a la empresa que habrá de explotar el mismo aún no se ha realizado, y ni siquiera se han aprobado las bases de la licitación, ya hay una “locutora” que, por el teléfono, recoge los recados, hace las reservas, oferta precios y hasta, si tiene dudas, informa de que a lo mejor no habrá plazas disponibles en algunos momentos, añadiendo que “si me deja usted su número le avisaremos si hay plazas”.
Todo apunta a que este tipo de gestiones se están realizando de forma coordinada con el Centro Cultural “San Vicente Ferrer” y orientadas a las celebraciones del VI Centenario de la Institución de las Procesiones de Disciplina. Hasta aquí, nada anómalo, ya que es avanzar en el tiempo; pero en cuanto se refiere a los procedimientos administrativos que habrían dado personalidad jurídica a la “locutora”, no situándola fuera de la propia legalidad; así como a cuantos rodeen a la misma y están gestionando las reservas de un centro cuya explotación no está concedida aún, todo parece situarse en el más puro plano de surrealismo jurídico, simple y llanamente por una nueva chapuza administrativa cometida desde el Ayuntamiento.
De no ser así las cosas, habría que ir más lejos y hasta pensar que, al amor de los eventos penitenciales se está generando ya un negocio puro y duro y alguien, con teléfono o sin él, en el mejor de los casos trabaja ya para la futura empresa concesionaria, aunque la licitación no se ha convocado; y, en el peor, alguien desde posiciones privilegiadas y que nada tendrían que ver con el desinterés que debe marcar el camino de algunas asociaciones, estaría gestando una empresa de servicios para colocar, con el beneplácito del Ayuntamiento y tras la concesión de las explotaciones, a conocidos “estómagos agradecidos” del PP, actualmente en paro o, incluso, en situación laboral regular, desde la que se atienden las llamadas telefónicas.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA