Urbanización del “Sitio Histórico”
Durante muchos años han sido numerosas las promotoras inmobiliarias e incluso los ciudadanos particulares que, a título de especuladores, han intentado hacer su agosto con el desarrollo urbanístico del “Sitio Histórico”; aunque ninguno de ellos lo consiguió, posiblemente porque sus propuestas traspasaban los límites de lo legalmente correcto o porque sólo se trataba de globos sonda para posicionarse de cara a un negocio que bien hubiera podido tildarse de “cuento de la lechera”.
Ahora parece que la cosa va en serio y que una empresa promotora, a la que no se va a enjuiciar en este editorial, se lanza a acometer dicha operación, no exenta de dificultades. Quizás la mayor de todas ellas no sea la ubicación del proyecto en una zona declarada Bien de Interés Cultural con categoría de “Sitio Histórico”, sino la situación en la que, por la dejadez del Ayuntamiento que preside Crescencio Martín Pascual, se encuentra una de las parcelas afectadas por todo el plan de conjunto y que está llamada parcialmente a convertirse en un vial público que enlazará las calles Cerradilla y Almirante.
Y es que no parece de recibo que, tras haber concedido el Ayuntamiento una licencia de obras a un organismo oficial, fruto de la cual debiera haber surgido la nueva calle ya urbanizada y sin dificultad alguna, por la dejadez inherente y el hastío constante del regidor Martín Pascual, las cosas se encuentren “manga por hombro”. Y no sólo en gran desorden sino que, según se ve, perjudicando al propio Ayuntamiento y a Medina. Y todo, quizás, para evitarse una gestión o una enemistad institucional por hacer valer los derechos de la villa, que habría sido incómoda en la acomodaticia carrera política que ha llevado al regidor, quedando bien con todos sus “jefes” en ámbitos partidistas, a niveles superiores, que carecen de cualquier tipo de explicación. A no ser que la misma tenga sus orígenes en el más puro servilismo.
Es curioso el contraste que ofrece esta dejadez, cuando el alcalde quiere seguir medrando en otras instituciones – él sabrá a mayor gloria de quién o de qué – con la “eficacia” de gestión, lenta por supuesto, que los diversos Ayuntamientos que él ha presidido tienen a la hora de solicitar papelitos al ciudadano que quiere abrir un establecimiento o simple y llanamente a quien quiere construir una vivienda, que tiene que sufrir su particular calvario administrativo hasta que lo consigue.
Y es que nuestro alcalde, adocenado ya en todo, sólo se preocupa desde hace tiempo de proyectar su imagen personal y de salir en la foto al lado de quién más le convenga en cada momento.
LA VOZ DE MEDINA Y COMARCA